Guastatoya es una ciudad muy limpia y con el menor porcentaje de delincuencia, y sus calles están en buen estado y limpias, solo que en las aldeas no están bien adoquinado, y hay mucha carencia de agua potable
El 11 de octubre de 1825 la asamblea federal de las provincias unidades de Centro América, Decreto la formación de los pueblos de la República de Guatemala, Guastatoya integro el distrito cuarto circuito de Acasaguastlán en unión de los municipios de San Clemente, Sanarate, Magdalena, Agua Blanca, San Agustín Acasaguastlán, Chimalapa, y Tocoy. Guastatoya se integro como municipio perteneciendo al corregimiento de Chiquimula de la Sierra.
El departamento de El Progreso se encuentra situado en la región III o región Nor-Oriental, su cabecera departamental es Guastatoya, limita al Norte con el departamento de Alta Verapaz; al Sur con Guatemala y Jalapa; al Este con Zacapa y Jalapa; y al Oeste con Baja Verapaz y Guatemala. Se ubica en la latitud 14° 51' 14" y longitud 90° 04' 07", y cuenta con una extensión territorial de 1,922 kilómetros cuadrados.
Por su configuración geográfica que es bastante variada, sus alturas oscilan entre los 245 y 1,240 metros sobre el nivel del mar, con un clima generalmente cálido.
Se encuentra a una distancia de 74 kilómetros de la Ciudad Capital de Guatemala.
Con la fuerte colonización española que se arraigó en esta región, el departamento de El Progreso se convirtió rápidamente en vía de paso mercantil entre el Caribe y España, por lo que el idioma español se asentó definitivamente y los antiguos pobladores fueron transculturizados y los idiomas de aquellos desaparecieron.
Cuenta con lugares turísticos de gran atractivo, como el parque nacional Cerro El Reformador, el Centro arqueológico de Guaytán y otros lugares que se encuentran en la ribera del río Grande o Motagua. En este departamento se encuentra el centro recreativo de los trabajadores I.R.T.R.A. en la aldea Agua Caliente del municipio de San Antonio la Paz.
La impresionante Sierra de Las Minas es uno de los principales atractivos que El Progreso ofrece a sus visitantes. En ella la elevación más prominente es el cerro El Pinalón, el que sube hasta donde las montañas se entrecruzan con las nubes.Partiendo de la ciudad capital y en dirección al oriente del país, El Progreso es el primer departamento que encontrará.
Entre otras cosas, tiene fama por la habilidad de los pobladores de uno de sus municipios, Sansare, en la elaboración de fuegos artificiales. Este lugar es uno de los principales responsables de abastecer al resto de la República con este tipo de productos.
Su sincretismo religioso también ocupa un lugar importante, ya que iglesias como la de San Cristóbal Acasaguastlán, en proceso de restauración, muestra un barroco colonial digno de admirar aún desde la carretera.
El Progreso posee un paisaje contrastante, ya que en la planicie domina el clima seco, árido, casi desértico, mientras que en sus cumbres se puede apreciar la espesa vegetación de sus bosques templados húmedos.
Dentro del recorrido que se hace a este departamento, se puede apreciar el sitio arqueológico de Guaytán, ubicado entre San Agustín Acasaguastlán y la aldea Magdalena, el cual según relatos históricos fue comunidad de la cultura poqomam oriental.
Y si desea refrescarse o mitigar su sed, en el cruce de El Rancho, donde seguramente pasará debido a su ubicación, los pobladores del lugar ofrecen variedad de bebidas, comidas, frutas, verduras, antes de continuar su viaje al oriente del país o a las verapaces.
El departamento de El Progreso fue creado en 1908. En esta fecha se añadió el territorio de Guastatoya, que antes pertenecía al departamento de Jalapa. Actualmente cuenta con una red de carreteras que lo comunican con los diferentes municipios que lo conforman. El Río Motagua y Los Plátanos, recorren su territorio.
Para conocer el resto del departamento de El Progreso, regrese a “la ruta” y siga hacia Guastatoya, la cabecera del departamento. Retomó su nombre original, luego que por algún tiempo se le conoció por El Progreso. Lo primero que verá desde la carretera al Atlántico será su campo de fútbol. No podrá pasar por alto este detalle porque el verde césped contrasta de forma impactante con la vegetación propia de la región semiárida. En el poblado extrañará también que no hay construcciones antiguas. Las había, muy espaciosas y solariegas. Pero el terremoto de 1976 destruyó prácticamente toda la arquitectura de la localidad. Guastatoya, por su parte, fue reconstruida, pues el sismo tuvo un efecto de poda para Guastatoya, como si de una planta se tratara. La ciudad adquirió un ritmo de crecimiento como no lo había tenido antes. Hoy, el comercio y los servicios compiten en importancia con la agricultura en las ocupaciones de los guastatoyanos.
En la carretera que de la ciudad de Guatemala conduce al Atlántico, en el kilómetro 85, se encuentra una bifurcación importante. El camino de la izquierda lo llevará a las verapaces. Hacia la derecha, la carretera llega hasta Petén, o se interna hacia Honduras. En este cruce está una de las aldeas más grandes de Guatemala, El Rancho.
Nombre del departamento:
El Progreso.
Cabecera departamental:
Guastatoya.
Población:
140,209 habitantes aproximadamente.
Municipios:
Guastatoya, Morazán, San Agustín Acasaguastlán, San Cristóbal Acasaguastlán, El Jícaro, Sansare, Sanarate y San Antonio La Paz.
Clima:
Cálido.
Idioma:
Español.
Altitud:
518 metros sobre el nivel del mar.
Límites territoriales:
Colinda al norte con los departamentos de Alta Verapaz y Baja Verapaz; al este con Zacapa y Jalapa y al sur y oeste con el de Guatemala.
Extensión territorial:
1,922 kilómetros cuadrados.
Fiesta titular:
15 de enero: Fiesta en Guastatoya en honor al patrón de Esquipulas.
Fundación:
1908.
Temperatura:
Máxima 29 grados centígrados.Mínima 19 grados centígrados
Allá en el rancho
Los vendedores informales de este lugar le ofrecerán bebidas, bocados para calmar el hambre como pacayas envueltas en huevo, piezas de pollo dorado, chicharrones de marrano y huevos duros con salsa de tomate. También le ofrecerán quesadillas, una de las delicadezas de la repostería de la región, o semillas de marañón horneadas.
Puente sobre el Río Motagua, entrada a El Rancho.
En este lugar, la economía formal está representada por aserraderos, gasolineras, restaurantes, talleres mecánicos, una agencia bancaria y otra de telecomunicaciones. En las cercanías se cultivan limones, tomate, chile pimiento y tabaco. Pero esto es solamente uno de sus barrios. Desvíese usted de la carretera al Atlántico y tome un camino recién asfaltado, hacia la derecha. Se encontrará con un hermoso puente colgante de hierro que atraviesa el Río Motagua. Es el puente Orellana, cuya inauguración, en 1927, ha quedado registrada en una vieja película de celuloide, una de las más antiguas que se conservan del país.
De la geografía a la ecología
La parte norte del departamento está atravesada de este a oeste, por la Sierra de Las Minas; la parte sur, por la Cordillera Volcánica. Entre ambas se dispone una alargada depresión, por donde corre el Río Grande. La ladera de la sierra es empinada y llega a alcanzar alturas considerables. En el cerro El Pinalón, la cumbre se encuentra a casi 2,800 metros sobre el nivel del mar.
Aunque no es una altura impresionante, reina un ambiente frío. Los bosques de pinos, abetos y cipreses, dominan el ambiente ecológico. Las aves propias de la alta montaña, peculiares musarañas y ratones de monte, complementan estos ecosistemas.
La ladera de la Cordillera Volcánica es diferente. Las alturas no alcanzan los niveles de las de Las Minas, las mismas están sujetas a vientos cálidos sin humedad, que ascienden desde el valle. Finalmente, la depresión del valle del Río Grande, encajonada entre ambas cadenas montañosas, encarna un mundo ecológico opuesto a los otros dos. Debido a que la Sierra de Las Minas significa un fuerte obstáculo para los vientos cargados de humedad, llueve poco sobre el valle.
El predominio de vegetales punzantes como tunas, nopales, candelillos, zarzas, mimosas, acacias y chichicastes, dan pie al establecimiento del bioma conocido como Chaparral Espinoso. Ahí, sólo el curso mismo del río se rodea de una vegetación menos recia, en la que prevalecen los lánguidos árboles de sauce.
La naturaleza de El Progreso es sorprendente. Aún queda por descubrir ricas vegas, mesetas reverdecidas por irrigaciones y planicies bravías. Por eso, este departamento resulta insólito por donde se le observe.
Naturaleza
Los contrastes de su naturaleza surgen por donde la vista se detenga. Las principales carreteras que surcan la comarca se internan en el seno de un chaparral espinoso, caluroso y seco, dominado por cactos y zarzas. ¡Por supuesto que tiene su particular encanto!
Balneario Poza Los Plátanos
Este paraje, extraño pero hermoso, combina varios elementos de insospechado interés. Se sitúa al oeste de Sanarate, exactamente en donde el Río Los Plátanos se cruza con la carretera antigua que conectaba la ciudad de Guatemala con el oriente del país. Hay un puente de hierro, “de la época de Ubico”, como dicen los lugareños, que permitía el paso de los vehículos que transitaban este camino.
El puente también se llamaba Los Plátanos. Muy cerca de él, la carretera aún forma una curva en extremo cerrada, conocida como La Tijera. Debajo del puente, el río forma un amplio recodo, bordeado de árboles, grandes piedras y arenosos playones.
En ese punto afluye un arroyo de agua caliente, que baja de las laderas con suavidad, sin prisa. La unión de ambas corrientes permite que haya trechos de distintas temperaturas. Es un paraíso para nadar o para remojarse, para encender una fogata rústica y disfrutar de un delicioso asado, para pescar o sentarse a la sombra de un árbol a escuchar el paso de la corriente.
San Agustín y San Cristóbal Acasaguastlán
Estos municipios nos ofrecen dos maravillosas construcciones religiosas. La fachada de la iglesia de San Cristóbal muestra un barroco colonial esplendoroso. El templo fue construido hacia 1654 y gracias a su restauración se aprecian las hornacinas que alojan a los evangelistas. Allí podrá retratarse bajo las antiquísimas campanas, aprovechando la brillantez del paisaje. Para gozar de estas oportunidades sólo tiene que desviarse unos cuantos metros de la carretera al Atlántico. No tendrá que separarse mucho de esta ruta para disfrutar de La Huerta de Guatemala: San Agustín Acasaguastlán. Desde la altura, en la carretera asfaltada que une la ruta del Atlántico y San Agustín, en sólo tres kilómetros, la blancura del templo colonial se destaca entre un follaje de matices verdes que contrastan con el contorno semiárido.
Causa directa de este oasis es el Río Lato, al cual algunos citadinos cambiaron el nombre tradicional por el de Río Hato. En la plaza del poblado, bajo la sombra de una ceiba, podrá disfrutar con la abundancia de papayas, limas, naranjas, “fruta de pan”, chicos, nances, marañones, guanabas, anonas y guayabas.
A diferencia de San Cristóbal, el templo de San Agustín Acasaguastlán se encuentra en uso. Al entrar a esta edificación del siglo XVI, disfrutará de una imaginería representativa del barroco colonial guatemalteco. Reconstruido en los siglos XVII y XVIII, el templo le brindará una sensación de frescura espiritual.
San Agustín es algo más que un centro de arquitectura religiosa. Si usted posee un vehículo de doble tracción, en 18 kilómetros estará en un ambiente diferente. Las alturas de la Sierra de Las Minas le refrescarán los pulmones y podrá contemplar una de las más bellas reservas de vida silvestre en Centroamérica. Por eso a dichas montañas le llaman “El Refugio del Quetzal”. Finalice su visita a El Progreso visitando el antiguo Mongoy, ahora Morazán. Al pie de la Sierra, Morazán recibe los regalos vegetales de distintos ecosistemas. En la aldea El Jícaro (que no debe confundir con la cabecera del municipio homónimo), se respira el aire de la montaña, con la compañía del silbido del viento en los pinos. Hacia abajo, la región árida es bañada por el Río Morazán. En el puente Las Pericas encontrará a familias de moradores que aprovechan las pozas del lugar para darse un refrescante baño. Acompáñelos y disfrute de la naturaleza y de la hospitalidad de los habitantes del departamento de El Progreso, nuestro vecino desconocido.
Datos históricos
Desde tiempos históricos ha sido conocido como Guastatoya o Huastatoya. El nombre original de este terruño se deriva de las voces provenientes de la lengua nahuatl guaxhtl que significa morros y atoyac que se traduce en último, o sea el punto donde se asoman los últimos morros, lo cual se interpreta como el lugar donde termina el frío y comienza el calor.
Sin confirmar a la fecha, también se dice que Guastatoya puede provenir de guaje, árbol de la familia de las acacias y que podría significar río donde hay guajes.
También se le conocía como Casa Guastatoya, por contar con una especie de parador donde hacían alto los viajeros, en especial los que iban a Esquipulas.
Fue habitado desde la última fase del Preclásico, como lo prueban los restos arqueológicos encontrados en la zona del Motagua donde sus antiguos habitantes construyeron bóvedas, juegos de pelota, edificios con varias cámaras y labraron estelas sencillas. Algo importante de mencionar, es el descubrimiento del Vaso Esculpido de Guastatoya, interesante cerámica Maya procedente del siglo VII de la era cristiana.
Durante el período hispánico, el actual territorio de El Progreso, formaba parte casi en su totalidad del corregimiento de Chiquimula.
Este departamento fue creado por decreto del Ejecutivo número 683 del 13 de abril de 1908. Conforme a lo acostumbrado en esa época de nominar a poblados con el nombre del gobernante o de sus familiares cercanos, por decreto No. 751 del 25 de diciembre de 1919, el consejo de Ministros dispuso que el departamento se denominara Estrada Cabrera, conservando la cabecera departamental el nombre de El Progreso.
El departamento se suprimió al tenor del decreto gubernativo No. 756 del 9 de junio de 1920, por no llenar las aspiraciones que el gobierno tuvo en mira para su creación, volviendo los municipios que lo conformaban a los departamentos a que pertenecían, con excepción de Guastatoya que formó parte de Guatemala. Este departamento se restableció el 3 de abril de 1934, por medio del decreto 1965 de la Asamblea Legislativa.
La región llamada Guastatoya fue escenario de sangrientas luchas consecutivas entre las fuerzas del gobierno de Rafaél Carrera y la facción llamada Los Lucios, quienes se alzaron en armas a la caída del entonces presidente Mariano Rivera Paz.
Las tropas de Guastatoya formaron parte importante del intento del General Justo Rufino Barrios por reconstruir la Unión Centroamericana en 1855.
Economía
La economía de El Progreso se basa en la producción agrícola de café, caña de azúcar, tabaco, maíz, frijol, cacao, achiote, tomate, vainilla, té de limón, algodón y frutas variadas.
El departamento de El Progreso por estar conformado por terrenos áridos y secos en gran parte de su territorio, tiene la característica de que los hombres con frecuencia abandonan el lugar para emigrar a la capital o hacia otros países en busca de mejores horizontes personales y familiares, por lo que las mujeres han adoptado por contribuir a la economía del hogar, trabajando en escasa agricultura y en la venta de productos comestibles en la carretera panamericana, así como en los mercados vecinales. El municipio con la mayor economía del departamento es Sanarate seguido por Guastatoya y San Agustín Acasaguastlán.
La producción artesanal del departamento es relativamente poca, pues solamente se encuentran tejidos de algodón en Guastatoya, Sansare y El Jícaro; cerámica en San Antonio La Paz, Sanarate, San Agustín Acasaguastlán y San Cristóbal Acasaguastlán; Cestería solamente en Sansare; Jarcia en San Antonio La Paz, Sanarate, Sansare y San Agustín Acasaguastlán; Muebles en Sanarate, Morazán, Sansare y El Jícaro; Instrumentos musicales sólo en San Agustín Acasaguastlán; Imaginería en San Antonio La Paz; Artículos de palma en Morazán, Guastatoya, El Jícaro y San Cristóbal Acasaguastlán; Productos metálicos en Sanarate, San Agustín Acasaguastlán y San Cristóbal Acasaguastlán; Cuero en Sanarate y El Jícaro; Tul en Guastatoya y San Cristóbal Acasaguastlán; Pirotecnia en Sanarate Morazán, Sansare y el Jícaro.
Geografía
Por su configuración geográfica que es bastante variada, sus alturas oscilan entre los 245 y 1.240 msnm, con un clima generalmente cálido.
Hidrografía
La principal fuente de agua que irriga el departamento es el Río Grande o Motagua, el cual durante su recorrido permite formar acequias para irrigar terrenos para la siembra de algunos productos agrícolas; además existen otros ríos Plátanos, Hato, Morazán, Sanarate, Las Ovejas, Huyús y Huija.
Orografía
El principal accidente geográfico que presenta el departamento es la Sierra de las Minas, que lo atraviesa al norte del río Grande o Motagua, aunque por la diferencia de sus alturas se encuentran algunos cerros y hondonadas que le dan una característica de terreno irregular.
Zonas de vida vegetal
En general en el departamento de El Progreso existen cinco zonas de vida vegetal, según la clasificación propuesta por HOLDRIGE en 1978.